Usar piezas usadas para la reparación de los vehículos no es ninguna novedad, es una práctica que se ha venido ejecutando posiblemente desde que existen los coches. Sin embargo, existen grandes diferencias de cómo se llevaba a cabo antes y cómo se está haciendo en la actualidad. La evolución de este mercado es tan significativa que se ha convertido en una alternativa muy popular.

Antes, los repuestos de segunda mano de distribuían de una manera muy informal, podríamos decir que no se regulaba por ningún ente, lo que llevó a múltiples estafas y hasta accidentes de tráfico. Ese tipo de negociación se hacía a riesgo del consumidor y ante cualquier eventualidad no se disponía de mecanismos legales para defender sus derechos.

Por otra parte, los procedimientos para recuperar las partes de un coche tampoco se regía por una regulación determinada, producto de lo cual no siempre se manejaba de forma adecuada la extracción de las mismas, ni cómo desechar todo aquello que pudiera ser perjudicial. Los incidentes podían ocurrirles a los trabajadores, a los nuevos usuarios y, por si fuera poco, se afectaba negativamente al medio ambiente.

Principales cambios en la venta de piezas de segunda mano

Gracias a las nuevas directrices legales, el reciclado de vehículos no puede ser ejecutado por cualquiera; para desempeñar esa actividad laborar se debe estar debidamente autorizado y para ello se ha de cumplir con procedimientos que garanticen un resultado favorable. A los coches hay que darles de baja ante la Dirección de Tráfico, trámite que incluso suelen resolver tales establecimientos llamados CATV (Centros Autorizados para el Tratamiento de Vehículos).

Una vez se haya aprobado la baja, se entrega la documentación correspondiente al dueño del coche y a partir de allí comienza el despiece como tal. Las piezas que se van extrayendo pasan por una etapa de descontaminación, se limpian adecuadamente y se prueban.

Si el funcionamiento es óptimo y se logra certificar que no representarán ningún tipo de riesgo para el futuro usuario, se clasifican como corresponda y se ponen en venta. Lo que no esté en condiciones de volverse a usar, se desecha de acuerdo a los protocolos que minimizan la contaminación.

Los clientes que compren piezas de los CATV podrán exigir factura y garantía; así estarán tranquilos, invirtiendo en repuestos de calidad comprobada. Para conseguir tales establecimientos en cualquier parte de España puede acceder al portal https://www.despiecesde.com.

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