Es cierto que las franquicias ropa infantil contribuyen con nuestro rol de padres al actualizar constantemente su outfit para enseñarnos cómo mantenerlos a la moda, pero en ocasiones, el problema no es si seleccionamos para ellos la vestimenta adecuada a la época del año o a las últimas tendencias, sino cómo las combinamos.
De hecho, uno de los mayores errores es que ni siquiera podemos llamar “combinación” a lo que hacemos con las prendas y nuestros pequeños terminan inconformes y avergonzados con el resultado. Y así como esta, las siguientes son otras equivocaciones que cometemos al vestirlos:
- Comprarles ropa demasiado ajustada: recordemos que nuestros chicos son muy activos y les encanta realizar todo tipo de actividades y juegos para los que necesitarán la mayor comodidad posible. Ten en cuenta el tipo de actividad que realizarán antes de vestirlos.
- Seleccionar ropa sexuada: una tendencia actual y que es súper adorable, es la moda infantil basada en prendas de adultos. No podemos evitar enternecernos al ver nuestros pequeños vestidos como todos unos hombrecitos. Pero esto no significa que cruzaremos la línea de la sensualidad, siguen siendo niños y la idea es que se muestren como tal.
- Excederse con los disfraces: este es otro error, lamentablemente muy común; sabemos que se ven adorables disfrazados de osito, princesa o como un héroe de acción, pero todo tiene un límite. De hecho, este exceso puede tener graves consecuencias en su proceso de madurez, así que aprendamos a ponerles límites en este sentido.
- Dejar que papá elija: esta no es una regla generalizada, pero siendo sinceros, los hombres aún tienen mucho que progresar en el tema de la moda, especialmente si de la ropa de niñas se trata. Así que en lo posible, evitemos que sea él quien los vista o los peine.
No tenemos que alarmarnos si hemos cometido algún error de los que hemos mencionado anteriormente, pero tampoco posterguemos demasiado la tarea de corregirlos, ya que la imagen tiene un gran impacto en la personalidad y autoestima de los niños y no querremos convertirlos en jóvenes inseguros con su aspecto.