En el quehacer de los especialistas en reparación de motores eléctricos es común encontrarse con casos en los que el cliente plantea un problema ocasionado por alguna sobrecarga eléctrica sufrida por el motor, que a su vez, pudiera ser responsable de un cortocircuito o aislamiento de los conductores.
Pero además de pensar en los problemas que esto pueda causar en los motores, también debemos tener en cuenta las consecuencias que una avería de esta naturaleza puede generar de acuerdo al entorno en el que estos se encuentren en marcha, puesto que podrían ser el origen de una explosión.
Estos excesos en la intensidad eléctrica que experimentan los motores pueden ocurrir por la falta de refrigeración o como consecuencia de un paso intenso de corriente. En cualquiera de los casos, es menester disponer de algún dispositivo que nos ofrezca protección ante el sobrecalentamiento del mismo
¿Cómo proteger al motor?
En vista de que es muy complejo predecir cuándo el sistema puede generar este tipo de problemas, la alternativa más conveniente es disponer de recursos que nos permitan evitar las consecuencias de una sobrecarga y esto se logra mediante la instalación de un dispositivo que sirva para regular o interrumpir la carga.
Entre los mencionados dispositivos, los fusibles son los primeros que surgieron como medios de protección frente a las sobreintensidades eléctricas y para cumplir dicha función, se funden cuando la carga alcanza un determinado nivel, a fin de desconectarla.
Además de estos, existen los relés térmicos, los cuáles son aparatos especialmente fabricados para ofrecer protección cuando la intensidad eléctrica se eleve de manera prolongada. La ventaja de estos equipos, es que facilitan el reinicio rápido y eficiente del motor una vez corregido el error que generó la avería.
Otro dispositivo que resulta muy eficiente es el guardamotor. Como su nombre lo indica, su función es proteger y es uno de los más completos puesto que, este interruptor además de interrumpir una sobrecarga, también es útil para evitar cortocircuitos y averías de fase.
Y junto a estos, existen otras alternativas cuya utilidad dependerá de las características de nuestros equipos y las exigencias a las que serán sometidos, por tanto, antes de adquirirlos consultemos con especialistas en el área que sepan orientarnos para seleccionar el más indicado.