Cuando un producto llega al mercado es porque superó una serie de etapas trascendentales para ese momento. Una de las fases más importantes es la elección de los envases que se utilizarán para que el consumidor pueda disfrutar de ellos, solventar una necesidad o satisfacer una exigencia.
El envasado es un proceso delicado que debe estar en manos de verdaderos especialistas, para garantizar que el contenido estará resguardo con eficacia. Por este motivo, el material que se emplee para fabricar estos contenedores tiene que superar una serie de pruebas y cumplir con las normativas que regulan el sector.
No es casualidad que la mayoría de las empresas, en especial, las que elaboran objetos publicitarios, utilicen envases PET para proveer un producto de primera categoría a los clientes que lo reciben. Incluso, estos se usan para surtir a los empleados del material básico para que ejerzan sus funciones sin ningún inconveniente.
El debate que se abre a la hora de seleccionar el envasado adecuado genera muchísimas polémicas, pero siempre queda el PET como el favorito de los diferentes sectores que requieren de este aspecto. En este sentido, si necesita escoger un artículo para almacenar la mercancía o quiere entregar regalos promocionales para reforzar la memorización de la marca, esta es la mejor opción.
La sostenibilidad de este recurso es la principal causa que lleva a las grandes y pequeñas compañías a escogerlo. Y es que nadie duda sobre todas las ventajas excepcionales que posee, desde reducir al mínimo los desperdicios, hasta el punto de poder reciclarse al 100% para otros fines comerciales.
Beneficios del PET como elemento para envasar
Los productores no se resisten a las numerosas cualidades del tereftalato de polietileno, entre las que se destacan:
- Evita los desechos y le ofrece una protección única a los alimentos: esto es fundamental para las características del mercado moderno, puesto que no se ve obligado a botar el envase una vez que se haya abierto, sino que lo puede volver a tapar.
- No es tóxico: gracias a decenas de estudio, se llegó a un consenso de que el politereftalato de etileno, como también se le conoce, no posee niveles de toxicidad que atenten contra la salud del consumidor.
- Ahorro en la producción: el perfil ecológico de este material le permite reducir los gastos en la fabricación y en el consumo energético.
- No altera las propiedades del producto: es ideal para la industria alimentaria, ya que no modifica ni el sabor ni el olor de los alimentos.
- Transparencia y brillo perfecto: el potencial cliente quiere ver lo que está comprando y solo lo logra observar a través del empaque. El PET satisface esa curiosidad con efectividad.
- Ligereza envidiable: en comparación con el vidrio, es más ligero y no sacrifica su resistencia.