Mucho se ha dicho acerca de la importancia de recibir una manicura de parte de profesionales que hayan realizado un curso de uñas en gel. No obstante, estas recomendaciones se basan en la calidad estética del resultado. Y sí, ciertamente es muy superior el trabajo que realiza un experto, pero este no es el único motivo para optar por ellos.
Antes de optar por un tratamiento de manicura, conviene tener en cuenta algunos riesgos que se corren cuando tales procedimientos son ejecutados por estilistas inexpertos. Y es que, en lo que respecta a los productos y materiales para uñas, se aplican las mismas reglas que se siguen con los artículos personales. En principio, estos no deben compartirse por razones de higiene; y de hacerlo, es preciso seguir estrictas normas.
En este sentido, dermatólogos y otros especialistas, advierten del peligro que se esconde en los utensilios que son utilizados sin la debida atención a la higiene, constituyen un grave riesgo de contraer infecciones.
Dichos peligros abarcan desde hongos hasta el contagio de enfermedades graves como el VIH. Así mismo, es posible que durante el tratamiento se produzca una herida. Ello podría dar lugar a un desarrollo de bacterias que, a su vez, terminen en una infección.
Otro aspecto alarmante es el desconocimiento de las propiedades de los productos empleados durante la manicura. La falta de experiencia en el tema, puede hacer de este un procedimiento agresivo que, eventualmente, sería la causa del debilitamiento de las uñas.
Por último, conviene estar atentos a los químicos que se utilizan. Algunas personas pueden ser alérgicas y si el manicurista no es lo suficientemente profesional como para fijarse en este detalle, deberá ser el cliente quien se asegure de que su salud no corre ningún riesgo.
La mejor medida de prevención que puede aplicarse con el fin de evitar estos peligros, es confiar únicamente en manicuristas profesionales. Realizar cursos sobre uñas de gel o acrílicas, también es una buena opción. En ellos se adquieren conocimientos más detallados con respecto a la calidad de los cosméticos y los procedimientos adecuados. Dicha experiencia dará la posibilidad de aprender a distinguir a un experto y saber cuándo se está en buenas manos.